Llevábamos una vida normal antes del coronavirus, pero llegado el momento, de nada sirvieron las planificaciones. Saltaron por los aires. Quizá alguno se preguntó si tenía sentido hacer planes si un ser de tamaño insignificante puede hacer que nos paralicemos y debamos replantearnos nuestras vidas.
Nos creíamos tan fuertes. Pensábamos que teníamos la naturaleza bajo control y ahora vemos que es ella la que nos recuerda de vez en cuando que es al revés.
Querencio, ese joven buscador del sentido, comienza su búsqueda porque también le ocurre una desgracia que hace que todos sus planes salten por los aires. Se encuentra en estado de máxima vulnerabilidad. ¿Qué hace pues? ¿Se queda en casa viendo Netflix? Al contrario, deja atrás todo lo que le da seguridad para buscar el tesoro más preciado: el sentido de la vida.
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